Ser parte de una labor y que esa labor se convierta en tu misión de vida es todo un reto.
Desde que decidimos emprender el viaje verde en los cerros de Mangomarca, Lima (en 2014), dar talleres de educación ambiental a los más pequeños, forestar, sensibilizar a través de acciones sencillas y desarrollar productos de alimentación sana y cosméticas naturales, hace parte de nuestra vida cotidiana. En esa difusión nos tocó vivir nuestra prueba de fuego en tierras cálidas de la selva peruana (Tarapoto) allí se organizó el FOSPA (foro social panamazónico) en su octava versión. Seguimos el llamado del bosque y nos lanzamos a esta nueva aventura. Un viaje de casi 3000 kilómetros donde llevamos algo más que ilusión. Compartir nuestro proyecto de vida, tejer nuevos contactos en el mundo. Hemos conocido a Rayo de Sol, una organización francesa que a través de su panaderia solidaria financia la construcción de un centro escolar en Santa Elena, ubicado en el distrito de Morales, en las afueras de Tarapoto. Muchos niños de muy bajos recursos económicos, que sin la presencia de Rayo de Sol no podrían escolarizarse. (vista su pagina facebook https://www.facebook.com/pg/rayodesolperu/about/?ref=page_internal). Un encuentro maravilloso, que nos confirma nuestra voluntad de seguir la labor hacia los demás, que somos varios en querer un mundo más humano. Gracias a Rayo de Sol por su labor en Tarapoto y en Arequipa! Y gracias por esos panes, croissant y madelaines riquisimas, elaborados por dos jóvenes panaderos peruanos que han superados sus maestros franceses! El foro realizado nos permitió creer aún más que la calidad y el amor que ponemos en cada producto para que pueda ser aprovechado para el cuidado interno y externo. Tarapoto nos brindó una experiencia única en todos los aspectos, compartiendo con seres humanos con ganas de seguir haciendo acciones para mejorar este globo llamado tierra. El llamado de la tierra está dentro de ti El silbido de la naturaleza te llama para que le des color desde el amor El olor del bosque te envuelve para que abras los brazos y sientas su aroma. El latido de la tierra te da vida para que compartas vida. Equipo CEAH
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Cada vez que vemos la ilusión, el asombro y esa alegría que solo puede iluminar en el rostro de una niña (o) nos devuelve esa palabra maravillosa que a veces dejamos de lado FE. Realmente volvemos a creer que todo lo que hacemos diariamente es para ellas (os) y que sí es posible un mañana mejor, pero solo desde el ahora. Ahora es que literalmente sembramos, no solo los futuros árboles, si no sembramos conciencia ambiental y en ellos estará la responsabilidad futura del cuidado de este nuevo bosque que hemos creado con tanto amor. La labor que hacemos desde CEAH con los niños es fundamental para ese mañana, por eso este año conjuntamente con la asociación THE POLLINATION PROJECT de Estados Unidos, estamos dictando talleres de Jardinería y arte de forma gratuita durante todo el año. El ciclo de la vida de la naturaleza, aprender a cuidar, guiar la vida, para luego poder cultivar dentro de nuestro ser y cuidarnos, guiarnos por la vida. Siempre con ese ingrediente fundamental, AMOR. Que esas sonrisas no se apaguen, que esas ganas de ver crecer la vida nunca mueran. Sí es posible crear lo que uno desea por el bien de los demás. Al ver a los peques acompañados de sus padres, tomados de la mano, simboliza algo más que un apoyo, significa para nosotros gratitud, amor, unión, calor. Definitivamente hay días tan bellos como aquel sábado donde el sol pintó con un color especial el atardecer del cielo de Lima. Siempre será un placer tenerlos aquí brillando como soles y enseñándonos tanto y reconocer que ustedes saben más que nosotros… gracias pequeñas (os) grandes seres con luz propia. EQUIPO CEAH |
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Abril 2017
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