Sentir el calor de un abrazo, la sencillez de un gracias, la alegría de una sonrisa, es lo que hemos recibido y vivido l@s veinte participantes que estuvimos el domingo pasado en la jornada “Conectando con la Madre Tierra” fue una mañana ideal para sentir y dedicarnos por completo a algo que va más allá de un compartir. Hemos decidido regalarnos un espacio de tiempo para visitar las Lomas de Mangomarca, un espacio de tiempo para regalarnos una visita al interior de nosotros. Nos reencontramos con voluntarios de las jornadas anteriores, vivir el hoy como única manera de ser y estar, esa es una experiencia mágica. Contemplar la belleza de las acciones sencillas nos hace crecer de la misma forma como crece la vida allí en las Lomas. La actividad principal fue la siembra , pero no en el cerro, sino que sembramos semillas de diversas hortalizas en botellas de plástico recicladas, que hemos rellenado con abono que se produce en la zona. Al sembrar, fue toda una experiencia dedicarle amor, dedicación a esa nueva vida que depositamos en la tierra. Luego nos propusieron entregar y regalar esa siembra a un miembro del grupo. Dicha entrega la acompañamos de un texto que escribimos, dirigido a la persona que hemos escogido. No hubo necesidad de conocer al otr@ para compartir ese algo que va mas allá de las palabras. “Te regalo esta botella viviente para que la cuides y pronto la coseches” Juanjo a Frédéric. “Te obsequio mi almacigo porque sé que la cuidarás bien, espero que te alegra, porque verlos crecer es genial, abrazos”. Alexa a Mile. La jornada no solo fue la siembra, también la acompañó, con la guitarra y la voz de Frédéric que compartió su arte, desde el corazón y la sencillez, conectando con nosotros y con la tierra a través de los finos e únicos sonidos que viajaban, como viaja la mariposa que veo cada vez que voy a las Lomas. Regresamos a casa con nuestro obsequio. Algunos a pie, otros en bus, en carro o en bicicleta. Consciente de que el tiempo es relativo, el verdadero tiempo es lo que vive dentro de cada ser y si un ser integrado en lo humano, puede sembrar dentro de sí mismo, por lo tanto cosechará junto con la humanidad algo que solo se puede hacer y dar con amor. Gracias a tod@s por conectar desde la sencillez. Nos acercamos a algunos voluntari@s que llegan cada fin de semana, para que nos cuenten como viven la experiencia, sus motivaciones, sus sueños. Los voluntari@s los hay de todas las edades y de diferentes distritos de la gran Lima. Aquí retratamos algunas experiencias. “Mi nombre es Diana, y para mi es una muy buena iniciativa, el hecho de poder arborizar la zona y recuperar la huaca, sería un contraste mágico de tener lo cultural rescatado con la naturaleza, ya que se ha perdido muchas huacas y me parece una buena iniciativa de formar un equipo para recuperar este espacio. Además hemos aprendido bastante. La huaca está muy abandonada, mucha basura y se tendría que hacer una gran labor y tener áreas verdes permitirá no tener invasiones que destruyan este patrimonio”. “Me llamo Cristina, estoy representando a todo el grupo de la San Marcos de la escuela de Administración de Turismo, hemos aprendido nuevas cosas y sobre todo apoyar este proyecto de arborización. Sabemos como está el cambio climático y es un honor poder apoyarlos. Nos hemos divertido, hemos aprendido nuevas cosas por ejemplo, como hacer compost, necesitamos aprender porque estamos trabajando con colegios y queremos llevar ese conocimiento a los niños para que aprendan”. “Soy Kevin, estudiante de la Universidad San Marcos de la escuela de administración en turismo, ha sido una buena experiencia de venir dos veces aquí, ensuciarnos, trabajar, ver lo que hace falta. Por ejemplo, se necesitaría más herramientas y más apoyo de gente, porque hay bastante que hacer como por ejemplo los caminos dentro del cerro arborizado. Vivo en San Juan Lurigancho, y si me gustaría seguir viniendo. Ha sido una buena experiencia de aprender lo que se puede hacer en los cerros, porque la gente piensa que no se puede hacer nada porque es pura tierra y polvo, pero hemos visto que sí crecen plantas, frutos y vienen animales.” -¿Qué hacer después de las clases?- ¿Vamos al cerro?- Animaba Kevin al gran amigo de aventuras , Alex. Fueron caminando hasta la falda del cerro. Se detuvieron, mirando ambos la cima del seco e imponente cerro. -¿Caminamos hasta la cima?- Animaba nuevamente Kevin. Alex contemplaba el acceso y en un arranque de entusiasmo, sonrie y asiente con la mirada, es ese espíritu de aventura que los impulsa a subir el cerro de Mangomarca, lugar que aún conserva su nombre original en quechua significa "Pueblo del señor" Después de la jornada de clases del colegio Pamer, salieron con esas ganas que todo adolescente tiene "descubrir lo nuevo", aún no habian comido, eso poco importaba cuando dentro de sí , llevaban hambre de subir hasta la cima. Ellos quieren ver desde lo alto toda la urbe, contemplar las ruinas Pre incas e incluso ver la isla san Lorenzo desde lo alto del cerro. No importa si terminan empolvados o con arena en las zapatillas. El subir cuesta pero todo esfuerzo vale, sobre todo cuando puedes sentarte en lo alto y contemplar un atardecer desde la cima, descubrir la paz en el silencio. En ese silencio descubrieron a un pequeño grupo de plantas, las primeras plantas que dio inicio el proyecto CEAH sembrando de árboles en las lomas. Al final de la tarde, bajaron y nos encontramos. Ellos se preguntaban. - ¿Será posible que las plantas crezcan solas aquí? Pero que más bello paisaje se está formando con las plantas.- Sus rostros se llenaron de satisfacción al darse cuenta que hay un grupo de personas que están detrás de todo el sembrado. -La semana anterior subimos pero no pudimos llegar hasta la cima, el acceso es un verdadero reto, pero cada día hemos superado las dificultades del acceso. Hoy hemos decidido seguir paso a paso y llegar allí arriba.- Uno de los propósitos del proyecto, es ofrecer un espacio saludable, sano para que los amigos, familias puedan compartir estos momentos de contemplación desde lo alto y que mejor paisaje si todo está lleno de árboles y disfrutar de la naturaleza. Gracias Kevin y Axel, por exlplorar y sentir esas ganas de conocer, conectar con la tierra y conocer el proyecto. |
Archivos
Abril 2017
Categorías |