Esta nota comienza con algo bello para nuestro espíritu, venimos forestando en los cerros de Mangomarca en quechua sería APU o APUS su significado, montañas tenidas por vivientes desde épocas preincaicas en varios pueblos de los Andes (Perú y Bolivia principalmente).
En estos cerros tutelares o Apus existían estructuras o plataformas donde se desarrollaban diversos ritos específicamente en los santuarios de altura como el Aconcagua, entre los que se cuentan sacrificios humanos llamados Capac Cocha. Aunque nosotros no hacemos sacrificios de ningún tipo, todo lo contrario, amamos la vida y por eso le damos árboles a los APUS. Pero para poder realizar la magia de los APUS, tuvimos que pedir a nuestros amigos de la marca APU (nombre de la pintura acrílica) ellos aceptaron gentilmente a pedido de CEAH y nos donaron pinturas para continuar con el taller de arte y reciclaje lo cual consiste en recuperar los neumáticos que encontramos en la calle. Según la Asociación Nacional de Distribuidores de Llantas (Andellac), cada año en nuestro país se desechan 25 millones de neumáticos viejos. Ya sea que se quemen en hornos de cemento o que se depositen en tiraderos a cielo abierto. Esto representa un grave problema de salud por las emisiones de sustancias tóxicas y una amenaza para el medio ambiente. Nosotros contribuimos por lo menos a que las cifras no sigan en aumento, por eso las convertimos en macetas que pintamos con las pinturas APU, siendo una pintura que se adhiere muy bien en el neumático. Gracias a pinturas APU por esta importante donación y a los Apus Mangomarquinos por seguir protegiendo este bello proyecto. CEAH
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Abril 2017
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