Entraron en París el 30 de julio de 1792, entonando marcialmente el himno compuesto tres meses atrás por Rouget de Lisle. Los parisinos los acogieron con gran entusiasmo y bautizaron el cántico como «La Marsellesa». Nuestro siguiente punto de conexión dentro de Francia fue Marsella, esta vez no entonamos la Marsellesa, pero si difundimos el proyecto CEAH. La noche lluviosa, no fue impedimento para reunirnos en el céntrico punto de encuentro donde realizamos la charla. La gente fue llegando y el mensaje cada vez fue más simple. " realizar acciones conjuntas que involucren al ser humano con la naturaleza" Sentir y hacer que sí es posible Aprender el lenguaje de la madre tierra, solo hace falta conectar desde el corazón. Saber que somos seres maravillosos que podemos Desarrollar estas acciones con humildad ,amor y Compartirlo hacia los demás. Muchas caras reconocemos en este pequeño Tour por tierras francesas donde nos reconocemos o nos reconocen a través de las palabras, que sí podemos vivir en armonía, que sí es posible un mundo más equitativo. Seguimos avanzando con el ritmo de la vida y con el sentir de seguir compartiendo mas charlas para contagiar el proyecto CEAH proyecto que cada día se hace más solido, gracias a la inyección de optimismo y de curiosidad que muestran las personas en este recorrido. Gracias a todas las personas que siguen creyendo que sí es posible.
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Abril 2017
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