-Caminemos siempre juntos, respetando los caminos.- Esas eran algunas de las recomendaciones que dábamos a nuestros valientes acompañantes, que se animaron a subir a la parte alta de las lomas de Mangomarca. En la parte alta se encuentran “las pioneras” las primeras plantaciones que dieron inicio a esta gran aventura de forestar las lomas. Para CEAH es importante poder fomentar la educación, sensibilización a través de la jardinería, donde ellos puedan conocer el proceso de crecimiento de una planta, como hacer compost, la relación tan importante del ser humano con la tierra. Empezamos con dos integrantes en el taller y terminamos con ocho y que mejor cierre de taller con una siembra en la parte alta de las Lomas. Ver como se relacionan con la tierra como entierran sus pequeñas manos, es el mayor regalo que nos pueden dar. La vida continua y las acciones se quedan en nuestro hogar la tierra. Enseñar a vivir en paz con nuestro ser, implica poder vivir en armonía con todo lo que nos rodea. Sentir que hay nuevas manos que se van sumando a la acción es un alimento para el alma de CEAH. Gracias pequeñ@s gigantes que dan esa chispa que mueve corazones, corazones que pueden seguir creyendo que si es posible hacer la transformación de espacios para el bien común.
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Abril 2017
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