Forestación en Mangomarca
Forestar las lomas de Mangomarca es el punto de partida del proyecto CEAH. La idea nació en abril del 2014 cuando Carlos Colonia, fundador de la asociación, sintió que había que revitalizar el cerro con árboles y plantas. Fue en junio de ese año cuando se inició la a priori imposible tarea de sembrar y plantar en un suelo rocoso y arenoso, frente a las ruinas preincas, o huacas, de Mangomarca ( San Juan de Lurigancho, Lima, Perú).
El objetivo del proyecto es integral, transversal y sostenible: arborizar el cerro y demostrar mediante la acción es posible mejorar nuestro entorno urbano, convirtiendo espacios secos en zonas verdes y futuros pulmones para el distrito. De esta manera se pretende concientizar sobre los beneficios de cuidar y proteger nuestra tierra y naturaleza, pero también nuestro patrimonio histórico. El cerro se ubica en el barrio de Mangomarca, palabra quechua que significa “pueblo del señor”, perteneciente al distrito de San Juan Lurigancho, el más poblado de Lima, con escasas zonas verdes, un promedio de 1,9 m2 por habitante, cuando lo recomendado por la OMS es 9 m2 por habitante. |
|
|
Iniciamos con la siembra de plantas y árboles encontrados en la calle o donados por vecinos y amigos a las que se dio un nuevo hogar, un espacio donde crecer. Fuimos sembrando poco a poco en el cerro aloes, girasoles, cactus, ficus, tomates, eucalipto, molle, etc. Para conseguir el agua, se empezó con un sistema de goteo artesanal con aguas recicladas -reutilizando botellas de plástico-, que servía para abastecer de agua individualmente a cada plantita. Poco a poco se han sumado más voluntarios a la acción.
Al inicio del 2015 conseguimos un tanque de agua de 1000 litros, gracias a la colaboración de CTM y de amigos voluntarios, para instalar un sistema de riego por goteo tecnificado. Y gracias al apoyo de la Congregación las Hermanas del Buen Pastor podemos llenar el tanque y regar las más de 100 plantas y futuros árboles que se encuentran actualmente en el lugar. |
Algo tan sencillo como sembrar una planta puede ser el inicio del desarrollo de una consciencia mayor. En el humilde gesto de ver crecer un pequeño plantón, nos conectamos con la naturaleza, con la tierra, con la vida y sus ritmos. Esa conexión nos hace más sensibles y más humanos.
Plantar árboles invita a la unión entre las personas, a la toma de conciencia de crear espacios verdes en las ciudades. Las plantas y los árboles nos conectan con la tierra, que nos da soporte y alimento. Desde CEAH creemos y creamos que sí es posible crear vida en espacios urbanos.
¿Quieres sumarte a nuestra acción? Contáctanos |