Hay momentos, sucesos y diversos estímulos que nos conecta con un sentir muy hondo, que difícilmente podemos expresarlo con palabras y que cada ser humano lo vive de manera distinta, tanto que puede transformar nuestra vida por completo. Un tema musical nos puede tocar el alma, una película nos puede revolucionar todas nuestras estructuras mentales.
La naturaleza también hace lo suyo conectando nuestro ser hacia un sentimiento de respeto y preservación. Incluso un ser vivo del reino animal al que llamamos irracional, no solo nos aporta compañía, si no que nos conecta con el amor. Podría hacer una larga lista de la cantidad de estímulos que rodean nuestra existencia y nos habla, nos mira. Hablando de lo humano también podemos encontrar aquella mezcla de ingredientes que tocan nuestro ser, no hablo de cualquier ser humano. Hablo de la presencia, lo que irradia y nos hace ver que hay algo más que un simple ser humano. Muchas veces me preguntaba que hacía diferente a la cantidad de seres excepcionales que he conocido en el corto recorrido de mi vida. Conocí maestros, monjes swamis. Ellos han conseguido una neutralidad imperturbable. Tienen toda una preparación, tanto en lo físico, mental y por supuesto espiritual. Pensé que solo ellos tenían y habían desarrollado esa conexión tan fina entre el ser y el cosmos. Pensé que ese era el recorrido total de conexión del ser humano, pero esa creencia se fue desvaneciendo desde hace algunos años, porque a decir verdades se trata de un maestro que va caminando, difundiendo y construyendo puentes en lo humano con el ser, pero la pregunta que me hacía era ¿Son los únicos que tienen esa conexión? Recuerdo el Libro de Gurjeff , tal como lo tituló él, "encuentros con hombres notables" En el narra su hambre de encontrar la verdad y el camino para lograrlo. En ese camino descubre muchos aspectos del ser humano y toda la maestría que habita en cada ser humano. En los viajes que he hecho que han sido pocos, puedo nombrar también a seres notables y de talla magistral en sus acciones. Entonces me di cuenta que el camino de la conciencia lo lleva el ser humano que vive en el camp, aquel que nace y vive conectado con ese todo a través de la tierra. Cada paso da, cada mirada o suspiro que hace al cielo, puedes sentir esa armonía del corazón con el todo. Caminé mucho por diversos parajes de algunos rincones del mundo y en cada sitio descubría a los maestros incógnitos que con dos miradas o dos acciones te daban una maestría de la vida. La verdadera afirmación de que existen seres notables en este mundo me hace renovar y seguir creyendo en el ser humano. "Para que el carácter de una persona nos revele cualidades realmente excepcionales necesitaremos la buena suerte de poder observar sus hechos durante muchos años. Si sus hechos carecen de egoísmos y están orientados por una idea de generosidad sin par, Sí resulta indudable que no han buscado una recompensa y si por añadidura han dejado en el mundo señales patentes, nos encontraremos sin temor a equivocarnos ante una personalidad inolvidable" Las acciones lo dicen todo. Estamos en plena era de la acción por lo menos tengo el atrevimiento de llamarlo así. Ya no solo necesitamos las palabras, no digo que no sean necesarias, pero necesitamos poner movimiento a esas palabras de forma conciente, el movimiento genera un resultado, el resultado tiene una impacto en los demás . Conectar el cielo en la tierra y en el ser humano. Hay una necesidad cada vez mas abrumadora en la sociedad. Una necesidad de comprender esa materia (cuerpo) y su desenvolvimiento aquí ( tierra) pero esa necesidad se opaca con los diversos traumas ( mental) que cada ser humano atraviesa en la primera etapa de su vida lo cual nubla el camino de la seguridad para emprender con y desde la libertad la vida. Libertad no es hacer lo que nos venga en gana. Libertad es hacerse responsable de sus actos. Es decir una libertad con conciencia es una libertad plena. Una libertad sin ello es jugar con fuego sin medir las consecuencias. Desde ese punto libera ese sentir , integrando el cuerpo y la mente. Libera y conecta todo tu ser en esta tierra y dale un sentido real a tu existencia. Encuentra tu maestro, a tu gran maestro interior que cada día te habla, pero casi nunca haces caso, quizás por no abandonar tu estado de confort. La vida, Tú vida es una constante aventura donde asumimos riesgos, asume el riesgo de equivocarte, vive cada día como si no supieras nada y ábrete al aprendizaje y comprende tu existencia para que después seas un constructor de puentes, puentes del crecimiento. CEAH
0 Comentarios
|